martes, 19 de febrero de 2013

REFLEXION SOBRE EL ANUNCIADO AUMENTO DEL SALARIO MINIMO

El anuncio hecho por el Presidente Obama de incrementar el salario mínimo a $9.00 la hora ha provocado reacciones mixtas: el o la que le toca cobrarlo lo ha recibido con mucha alegría; el o la que lo tiene que pagar, le ha preocupado la noticia. Y es que el alza del 24% resultará un gran alivio económico para aquellos trabajadores que laboran bajo ese nivel salarial, pero para las empresas implicará un apreciable (y quizás insoportable) aumento de costo.
 
El aumento del salario mínimo tanto en los Estados Unidos como en otros países se ha impulsado y manejado bajo un sinnúmero de causales y escenarios: desde motivaciones puramente populistas para atraer adeptos en campañas políticas y mejorar imágenes públicas de gobernantes, hasta como una respuesta a favorables situaciones económicas nacionales, pasando por la socorrida justificación de usar la medida como una contrapartida a las alzas inflacionarias.
 
La inflación puede tener dos orígenes o dimensiones: hay una inflación de costo, formada por factores económicos o extraeconómicos, como pasa, por ejemplo, con los precios del petróleo que buena parte de ellos está influenciado por acciones puramente especulativas y está la inflación de demanda, la más común, que se origina cuando existe un mayor incremento de la demanda agregada de un país que el aumento de los bienes y servicios producidos para satisfacer esa demanda, en otras palabras, cuando hay niveles de productividad y de oferta de bienes y servicios que no logran alcanzar los niveles de ingresos existentes.
Es decir, para que un aumento salarial sea beneficioso para todos (trabajadores y empresas) el mismo debe ser el resultado o debe venir acompañado de un incremento de la productividad igual  o superior al aumento propuesto.
Pienso que la situación en los Estados Unidos, no garantiza lo anterior y tampoco resuelve el problema laboral real de hoy en día: el alto desempleo que se mantienen alrededor del 8%.
Para Puerto Rico, con una estructura empresarial mayormente formada por pequeñas y medianas empresas, con niveles de productividad bajos y con una economía que no acaba de salir de la recesión, el anunciado aumento del salario mínimo pudiera tener impactos negativos superiores a los beneficios que generarían en el 30% de los trabajadores que trabajan dentro de ese nivel salarial, ya que ese aumento en el costo salarial será pasado al consumidor, absorbiendo el incremento en el ingreso y al final no redundaría en una mejoría de la condiciones económicas de la familia puertorriqueña.

lunes, 4 de febrero de 2013

ESTRATEGIAS DE PRECIOS O DETERMINACION DE PRECIOS DE EXPORTACION


Cualquier empresa y/o país que quiera ser eficiente y mejorar su posición como exportador debe prestar especial atención no tan sólo a la calidad, a la logística de distribución y a la promoción de sus productos, sino también a la determinación de las estrategias de precios. No obstante, se tiende a confundir lo que es una determinación de precios con lo que implica el desarrollo de una estrategia de determinación de precios.
La determinación de precios puede ser algo tan sencillo como fijar un margen de ganancia (mark up)  sobre el costo de la mercancía o sobre  el costo de producción. También podría ser algo tan simple como mirar al competidor  y establecer un precio similar a éste. Si ésta es nuestra realidad como empresa, estamos simplificando al extremo una decisión altamente compleja e importante.  Otra acción altamente preocupante es la clonación y traslado de las estrategias de precios en los mercados nacionales a los mercados internacionales. Aunque en ambas situaciones se trata de tomar decisiones altamente complejas, no cabe duda que es aún mayor cuando se trata de establecer las estrategias de precios de exportación por las particularidades de cada mercado. 

En un estudio realizado con empresas que exportan desde Puerto Rico (año 2011), se identificaron unos veintidós (22) factores que afectan las estrategias de precios. Entre los hallazgos se destaca que el 86.6% de los estrategas reconocieron que para establecer las estrategias de precios de exportación se deben tomar en consideración muchos factores. Sin embargo, dicen tomar  en consideración sólo el 35% de los factores que se les presentaron. 

De otro lado, el 71% de las personas entrevistadas reflejó que no existen diferencias entre los factores tomados en consideración a nivel nacional o a nivel internacional. En la investigación se refleja que los estrategas que toman en consideración un mayor número de factores obtienen mejores resultados, que aquellos que mencionaron simplificar al extremo el desarrollo de las estrategias de precios de exportación. Definitivamente se debe prestar atención a factores altamente determinantes más allá del costo, las ganancias y la competencia si se quiere establecer estrategias de precios de exportación exitosas.

Factores como: mercados paralelos (gray markets), mercados compensatorios (countertrades), precios de transferencias (transfer prices), dumping, marca país de origen, valorizaciones de los clientes, etc, son altamente importantes y deben ser analizados y considerados al momento de determinar las estrategias de precios de exportación. Si usted como estratega no lo hace, de salida tendrá una posición de desventaja ante aquellos que son conscientes de la importancia de éstos y que sí los toman en consideración. 

Carlos Fonseca, Ph.D.

Colaborador de Scire Economic Consulting Unit