lunes, 29 de octubre de 2012

OTRA DIMENSION DE LA COMPETITIVIDAD (2da. parte)

Un salario y beneficios justos es lo que todo trabajador exige y ha sido la piedra angular de las luchas centenarias de organizaciones de trabajadores alrededor del mundo, fruto de las cuales son las mejores condiciones de trabajo que algunos colectivos laborales disfrutan hoy en día en diversos países, aunque hay que reconocer que aún queda mucho camino por recorrer en ese sentido.

¿Pero qué entender por una remuneración justa?. Es una pregunta compleja, no exenta de polémica. De una forma simple se podría decir que es una remuneración acorde con lo que el trabajador aportó a la sociedad o lo que el trabajador espera recibir por su trabajo y nivel de preparación.

Tomando en cuenta esa sencilla definición, entonces un trabajador que recibe una remuneración justa tiene ese elemento a su favor para estar motivado en su trabajo y aportar el máximo de sus conocimientos y energías para que las tareas se cumplan y de una forma eficiente. Lo contrario también puede ocurrir. Aquel trabajador que se siente mal pagado, puede estar desmotivado para dar el máximo en su labor.

Pero, ¿qué pasaría cuando a un trabajador se le paga un salario que excede su aporte a la sociedad o no se le exige o se le exige bien poco por el cumplimiento de su labor?. Ello puede generar tendencias de desvalorización del trabajo, de acomodamiento, de pobre ética laboral, de fomento de la desidia por la eficiencia en el cumplimiento de las tareas.

Si es totalmente inaceptable establecer condiciones salariales que no garantice al trabajador una retribución justa por su labor, también lo es si se ofrecen con mucha carga paternalista, incluso por encima de las propias condiciones económicas de las empresas y otras instituciones, y que a la larga terminan subsidiando tendencias negativas.

Por tanto, el manejo salarial y el de otros beneficios son factores que inciden en la mayor o menor capacidad competitiva del recuso humano.

 

jueves, 11 de octubre de 2012

OTRA DIMENSION DE LA COMPETITIVIDAD


En la empresa donde Carlos actúa como Gerente existe la regla de que los empleados tienen una hora para almorzar. Muchos no cumplen con la misma, utilizando más tiempo del permitido. Frente a ello, Carlos muestra una actitud contemplativa e indiferente.

La jornada laboral de María es de 8:00 A.M a 5:00 P.M. Por lo general llega al trabajo unos 15 minutos más temprano y ese tiempo que le resta antes que la oficina abra lo dedica a conversar con sus colegas de trabajo. A las 8:00 A.M se sienta en su puesto, enciende la computadora  y es que empieza a preparase para atender al primer cliente, quien tiene que esperar pacientemente a que “el sistema suba”. Faltando unos 15 minutos para la hora de cierre de la oficina, María comienza a recoger su mesa y a solo 5 minutos de la 5:00 P.M. ya está en camino de su casa.

Héctor está trabajando un proyecto que le proveerá a su empresa cuantiosos ingresos adicionales. El primer borrador fue devuelto por al Gerencia por tener algunas fallas y ante la premura para su implementación se le ha solicitado quedarse después de la jornada laboral para acelerar su terminación, lo cual Héctor ha rechazado invocando “problemas personales”.

Mariana está buscando un consultor para desarrollar un proyecto en su empresa. Por ese motivo, recibió propuestas de diversas firmas, aceptando finalmente una de ellas, la cual ya comenzó a trabajar en el proyecto. Las demás empresas que presentaron propuestas aún están esperando por la llamada de Mariana, pensando que todavía no se ha hecho la selección.

¿Cuál es el denominador común de los ejemplos anteriormente expuestos?. Poco  profesionalismo en el cumplimiento de sus deberes, que es una expresión de falta de competitividad.

Cuando se han analizado las causales de los problemas de competitividad de los países muy comúnmente se aluden a factores económicos, como niveles salariales superiores a países afines o a factores institucionales como los excesos regulatorios de los gobiernos y el ambiente de negocio asfixiante que muchas veces ello crea. Sin embargo, se tiende a pasar por alto a factores de carácter micro que tienen sus raíces en las empresas y más específicamente en la actitud y aptitud del recurso laboral y que no tiene o tiene que ver poco con el ambiente macro donde las empresas funcionan.

Un recurso laboral, ya sea directivo o subalterno, que no exhibe una actitud profesional en su trabajo y debido a ello las tareas se cumplen pero con alta cuota de ineficiencia, se retrasan procesos y posibilidades de negocios o se ahuyentan posibles socios o clientes, es un recurso no competitivo y ello se refleja a la postre en el desempeño, prestigio e imagen de la empresa donde labora.

La génesis de estas actitudes es básicamente motivacional. ¿Y cuales son las razones que actúan como factores de desmotivación del recurso humano?. El menú puede ser bien amplio: factores culturales, de ética laboral, ambiente de trabajo enrarecido, pobre remuneración salarial, pero incluso, también puede actuar como agente el hecho de que el recurso laboral tenga unos ingresos altos y seguros independientemente de su aporte a la sociedad, pero ello es motivo de otra reflexión.